Te mereces la pena que me das
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Genialidades
Viral, brutal, apasionado, suave, eléctrico.
Una combinación perfecta de sensaciones que no se pueden describir con palabras.
Insultantemente espectacular. Pasen y vean:
This is how I feel
Mañana tengo 4 exámenes y pasado mañana tengo otro más.
Y solo quería pedir perdón.
Perdón por las veces que canté en la ducha, las veces que te llamaba desde el salón solo porque quería ver tu cara. Las veces que te metí el dedo en la nariz.
Perdón por cenar siempre fideos de los chinos. Perdón por ser irónica, sarcástica, por hacer bromas pesadas, por ser incapaz de no alegrarme cuando te veo.
Perdona porque si alguna vez mentí fue por verte sonreír. Perdón por las veces que ocupé todo el sofá yo sola. Perdona porque no siempre fui auténtica, únicamente me abrí cuando el tiempo me permitió hacerlo. Perdón porque sé que eso me cuesta mucho tiempo.
Perdona porque no siempre te llevé en mi corazón. Perdona porque no supe valorarte. Perdón porque tomé tu mano pero no con fuerza. Perdona porque al principio soy muy fría, y para mí los principios son unos 7 meses. No lo hago queriendo, soy así.
Perdón porque me doy cuenta de todo esto hoy, la última noche en casa. Perdona porque te va a ser imposible librarte de mí, y no sabes la que te viene encima.
Perdona porque a partir de hoy me tienes para siempre, quieras o no.
Jamás
No te enamores de una mujer inteligente, de una mujer que siente demasiado, de una mujer que escribe y piensa mucho. Tampoco la escuches o prestes mucha atención a lo que dice, porque se meterá en tu corazón sin que te hayas dado cuenta.
Enamórate de una simple, básica y en lo posible que tenga mala ortografía, ella te dará alegría sin sabor, de esa que no despierta emoción. En cambio, una chica inteligente, sería capaz de narrar la historia más aburrida y hacerla parecer divertida, interesante, ocurrente. Esa que escribe hasta en una servilleta, será capaz de moverte algo más que el piso.
Búscate una chica artificial que solo se preocupe por su aspecto, de esas a las que les gusta mostrar el cuerpo; te vendrá bien en todas esas fotos y reuniones sociales. Tu mamá dirá que podrán tener hijos hermosos y que ella se dedicará a cuidarlos cuando llegue el momento.
Una chica a la que le gusta escribir y leer, en cambio, podría reírse de alguna tontería en plena calle, cuando recuerde algún chiste o cuando decida ser ella misma en alguna reunión y convertirse en una persona interesante llena de cuentos y aventuras. Su risa podría ser muy franca, viral y contagiosa; de hecho podría hacerte reír todo el tiempo. Por cierto, además de genuina también es muy femenina, pero lo es con un vestido de noche o con jean y zapatillas, porque es mujer por su esencia y no por aquello que viste. Es bellísima siempre, con un traje de diseño o con el cabello apenas atado y ropa de entrecasa.
Mejor disfruta de tu vida con una chica cualquiera, trivial, playita y simple, de esas que a todo te dicen “Si” y nunca te contradicen en nada, sin siquiera mantener una opinión propia. Tendrás una vida sin preocupaciones y sin montañas rusas emocionales. Siempre sabrás qué esperar y cómo, hasta cuando estén en la intimidad.
Por otra parte, esa clase de mujeres abundan en todas partes y son más fáciles de conquistar. Te será fácil encontrarlas, por lo general se suelen ofrecer mostrando, antes que sugiriendo. Son de las que no dejan nada librado a la imaginación, y puedo asegurarte que será así por el resto de su vida.
Deja de lado a aquella chica que escribe, atrevida, misteriosa y oculta detrás de su inteligencia. Esa que es capaz de mostrar su lado más salvaje cuando se siente cómoda y aceptada, porque será ese, aunque no lo creas, el momento en que resultará mas atractiva que nunca.Ella, la chica que escribe, que lee, que disfruta, que cuenta historias será todo un reto. Mantenerla a tu lado no será cuestión sencilla.
En cambio, aquella chica que no escribe ni siquiera un papel para decirte cuanto te ama o que ni siquiera sabe enviar un mensaje de texto sin abreviar todo, será mucho más fácil de mantener, llévala a fiestas ruidosas y llenas de gente plástica que solo asiste a aquellos lugares para que el ruido de la música les impida escuchar la tristeza de sus pensamientos.
Conquista a una mujer que no escriba ni le guste pensar demasiado, ella será fácil a la hora de consentirla y hacerle regalos, para ella solo será cuestión de flores y chocolates, sin esperar más allá.
Piensa sin embargo, que si te enamoras de una mujer inteligente, deberás escribir mucho, saber de buena música, o sencillamente regalarle lo único que te exigirá siempre: calidad de tiempo. Ella necesitará que la enamores todos los días, hablándole y escuchándola.
Para ella cualquier regalo podría ser especial, pero nunca sabrás con seguridad qué es «cualquier regalo» porque sabes que ella retará tu creatividad.Por otra parte, será mejor que cada vez que ella hable, la escuches atentamente (no solo hagas de cuenta que la oyes) o la perderás para siempre y te cerrará su corazón. Ese tipo de mujeres suelen ser muy seguras y pragmáticas, o te aman incondicionalmente o te dejan de amar para siempre.
En fin, enamórate. Enamórate de la que irrumpa en tus sueños cuando menos lo esperes, enamórate de esa que te rete y te desafíe. Conquista a esa mujer que, sin darse cuenta, ya entró en tu cabeza, se metió en tu corazón y no puedes ni la quieres quitar de allí. Enamórala porque te la imaginas en tu casa, contigo a tu lado, en medio de un caos en la cocina. Enamórala con frases inesperadas, con música que te conecte a ella, con deseos y mensajes que llegan a deshora solo para recordarle que la extrañas. Enamórense.Pero si descubres que ella es mucho para ti porque reta demasiado tu mente y es demasiado única, corre a buscar a la chica que no escribe ni lee mucho, esa que no opina de nada, que nunca discute, que a todo te dice “Si”, y tendrás a una de las tantas mujeres comunes que pululan el universo femenino.
Y a propósito, una talentosa poeta Dominicana llamada Martha Rivera Garrido, alguna vez escribió algo así: “No te enamores de una mujer culta, maga, delirante, loca. No te enamores de una mujer que piensa, que sabe lo que sabe y además sabe volar; una mujer segura de sí misma, y mucho menos de una romántica que ame la poesía (esas son las más peligrosas), o que se quede media hora contemplando una puesta de sol, el viento y no sepa vivir sin la música. Ni de una mujer que es bella sin importar las características de su cara y de su cuerpo. No te enamores de una mujer intensa, lúdica, lúcida e irreverente. No quieras enamorarte de una mujer así. Porque cuando te enamoras de una mujer como esa, se quede ella contigo o no, te ame ella o no, de ella, de una mujer así…jamás se regresa”
Sobre cumplir años.
Hoy es mi día, cumplo 21.
Un día donde la gente me demuestra qué sitio tiene y qué sitio debería tener en mi vida.
un día donde se demuestra quién te quiere más, y quien te quiere menos. A quién le importas, a quién no le importaste nunca, y a quién nunca le importarás.
He recibido todo tipo de felicitaciones. Y entre ellas, una gran sorpresa y una gran decepción.
Pero como hoy es día de celebraciones, necesito publicarle a esa persona tan especial (un muy amigo mío) una de las líneas más bonitas que me han dedicado nunca.
«
Mi talento de barrio
Hace poco cogí un tren, con vistas a la esperanza. Empezaba un viaje repleto de dudas e incertidumbre. Me ardía la sangre.
La próxima vez no seré yo quien compre el billete.
Nota (senti)mental
La ignorancia es atrevida.
La profunda ignorancia es profundamente atrevida.
Sobre el marketing y otras cosas menos recientes
En un mundo de tiburones, donde la originalidad y la creatividad son cada vez más difíciles de conseguir, todavía sigue existiendo gente capaz de deslumbrar por su ingenio.
Os dejo una selección de tarjetas de presentación que te harán pensar que eres la persona más aburrida del universo.
Disfrutadlo:
¿En qué estas pensando?
Sigo igual, pensando. Pensando que…
Tengo suerte. Mi estómago me avisa. Él si que sabe. Aún tengo esperanza, porque sufriendo en vida nunca me muero.
Ahora mi padre no está. Ya no saldremos en barco. Ya no jugaremos a Tiburón. Ya no saltará por mí si me caigo al agua con orcas asesinas. Pero las playa sigue ahí, intacta, con sus granos de arena. Y a veces se me borra algún gesto de su cara. O el olor de su jersey. Y me pongo nerviosa. Y me enfado. Pero entonces pienso en una playa y me tranquilizo. Porque me acuerdo de ese amor infinito que no borrará ni el tiempo, ni mar, ni el viento ni la lluvia.
Y no, no estoy llorando. Es ginebra esto que me sale por los ojos. He bebido demasiado.
Y yo quiero a alguien que me quiera así. Que cuente todos los granos de arena por mí.
A lo mejor te parece una tontería todo esto.